domingo, 19 de octubre de 2014

No son solo sueños

No dejes que los sueños sean sueños, te dicen mientras mirás todos los días los mismos videos en Youtube, escuchás las mismas canciones mientras te enamorás de quienes cantan esos clásicos, mientras soñás, como siempre, con alguien así, con esos pantalones apretados y esa cuota de romance en las palabras de amor que a pesar de todo, todos los rockeros cantan. En esas canciones que dibujan frases con forma de nube con forma de corazón, mientras las luces iluminan esas sonrisas cómplices que hay entre el músico y yo. Porque existe, solo hacía falta cruzarnos en un bar en los noventa. No dejes que tus sueños sean sueños, te dicen mientras mirás esa película que de vuelta te enamora, mientras los personajes caminan por las calles desiertas de Nueva York, fumando el humo mientras las flores a sus alrededores caen, rojas, sangrientas porque entienden que los amores son perros, son idiotas, son egoístas, incluso a veces cínicos. Los amantes caminan y se miran, y el calor en la mirada es tal que no se puede ni cortar con diez bolsas de rolito, ni aunque se los tire al fondo del Pacífico, ni aunque los chocara el mismo Titanic, esta vez una versión más moderna del mismo. Las calles son oscuras, hay dos copas de vino de por medio y los violines de fondo le cantan a las estrellas. No dejes que tus sueños sean meros sueños, te dicen mientras escuchás Romeo and Juliet y soñás con que el amor se personifique en eso que en pocos minutos te explotaría el corazón, que con solo una serenata te promete el mundo, te hace el amor y llora mientras te dice que te va a amar para por y hasta siempre. ¡¡¡Pero vamos!!!  No dejes que tus sueños sean sueños, te decís a vos mismo mientras sos consciente de que no sos capaz de hacer nada si no es por vos mismo. Mientras sos consciente de lo que no tenés pero más consciente de lo que no te falta, mientras entendés que el mundo es tuyo y de todos –pero en parte tuyo- y que si querés a alguien para compartirlo, no alcanza con soñar. No alcanza con quererlo. No alcanza con querer pensar que ya lo encontraste, porque siempre estás en búsqueda de algo más grande. No sé qué mierda (aunque espero que no sea mierda) hace falta para que todo eso pase en el mundo real, o mejor dicho, no sé qué hará falta para que el mundo real y el fantástico se fusionen de una vez y por todas, para que ya no solo seamos algunos los que vemos las mismas cosas en ellos, sino para que todos encuentren que no es todo producto de una casualidad: que las cosas pasan, así como en los sueños, pasan también en la realidad. Solo hace falta que abramos los ojos y encontremos oh, esa belleza infinita en las cosas de todos los días, y así te des cuenta de que Mark Knopfler realmente te guiña el ojo a vos cada vez que ponés esa canción en Youtube.