miércoles, 20 de julio de 2011

Qué romance


Empezó como una curiosidad, creció en un placer, evolucionó hasta convertirse en un disfrute, se está transformando en un amor. Fue, por momentos, un escape. Mas ahora no, porque no está fuera de lo rutinario, sino que convierte esa rutina en algo más ameno y mucho más bonito. 

Le cambia la vida a la gente, provoca emociones, convoca a llantos y con ellos, afloran sonrisas. Los ojos brillan, los corazones bailan. 

La mente vuela. El cuerpo se inquieta. Son tangos, son clásicos, ahora es un minué, ayer fue una balada, mañana va a ser ¿Coldplay? No, Don Mclean y un tenue pero no por ello menos fugaz “but they could have told you Vincent, this World was never meant for one as beautiful as you…” 

Suave es el contacto de los dedos con las teclas, pero fuerte lo que pasa por dentro. Los ojos no quieren abrirse, pero la pierna participa, marca el pulso y acompaña al sonido. Pero ojos, no se ofendan. Ustedes brillan.

Figuras que aluden a acordes y acordes que componen una melodía, esa melodía que no deja nada atrás sin volverlo más piadoso y más feliz. Esa melodía que resuena hoy y siempre, que cambiará la vida de tantos o importará a pocos, pero esa melodía que es melodía al fin, y que solo por serlo es digna de ser honrada valorada y destacada.

Letras, a veces, que intervienen. Palabras románticas, frases que conmueven. No se vayan nunca. Gracias músicos, por hacer música. Gracias piano, por sumar alegrías y restar tantas cosas malas. Gracias a vos, desconocido, por dejarme expresarme de una manera tan gratificante y armoniosa. Esa que me invita todos los días a soñar y ergo a escribir.  

martes, 12 de julio de 2011

Carta a los que hacen música


Ustedes hacen magia. Creando letras y sonidos de la nada, sinfonías y ritmos del aire, generan belleza. Al inspirarse, derraman inspiración por todas partes. A ustedes, los creadores de la música, gracias. Gracias por regalar tantos momentos alucinantes y profundas alegrías sin siquiera saberlo. A todos ustedes. Los conocidos públicamente y los que no también. Porque tuvieron el valor suficiente como para hacerlo, sin saber si iban a tener éxito o no, sin saber si iban a tener fama o no iban a ser escuchados y reconocidos, sino que ofendidos y rápidamente olvidados. 

Ustedes, que aprovechan los dones que se les fueron dados para ser felices y hacer felices a terceros. 
Crean mundos nuevos, inventan realidades magníficas y logran establecer, entre una mezcla de armonía y talento, sensaciones bellas. 

Ustedes, los creadores del arte de la música, sin saberlo, cambian el mundo. Siéntanse identificados, reconocidos y dichosos. Porque sin siquiera saberlo hacen, día a día, a mí y a unas millones de personas más, inmensamente feliz con su música. 

miércoles, 8 de junio de 2011

Chicha


Y es que para ella la felicidad está al alcance de los sueños.

Camina de la vida disfrutando de cada paso. 
Pensamientos reservados sin ser expresados... para ella tal cosa no existe.

Con inocencia de niño da palmaditas en las colas de los más chiquititos y en las espaldas de los más grandes.
Ha pasado a ser una más de entre aquellos para quienes trabaja, esa familia generosa y que por más que postiza, más verdadera que ninguna.

Con mil y un novios por el camino, ella se mantiene firme en su postura: "no, nada de amores. Mi único Amor es Dios".
¿Deberían ser tomadas entre pinzas las infinitas historias que cuenta? ¿Fueron reales tales aventuras, semejantes hazañas, inolvidables relatos, tanto amor? ¿O fueron meramente sueños?
Si así lo fueron, es decir, nada más ni nada menos que invenciones del inconciente, de su mismísima imaginación, pues cuánto más interesante la convierte entonces a la encantadora Chicha.

Famosa por haber tenido una aventura con Rodrigo, ella canta. Ella baila.

Imposible pasar por la cocina sin intercambiar palabras con ella. Imposible intercambiar palabras con ella sin que a su interlocutor se le escape una sonrisa. Impoisble que se le escape una sonrisa sin que piense que Chicha es una persona de la que uno nunca se va a olvidar. 

Experta en echarle leña al fuego (en la manera literal de la expresión) ella le encuentra el encanto hasta a la flor más marchita del campo (esta última vez, metafóricamente hablando).

Ojos negros, pelo oscuro y con setenta y pico años encima, ella clama haber sido "una pinturita" de joven. Necio quien siquiera lo dude.

Decidida a no viajar en tren (y sino pregúntenle a mi amiga Dama), ella viaja en colectivo. Los hombres se enamoran cuando la ven, y ella se ve obligada -porque si hay algo que ella no es, es ser descortés- a contestarles con una sonrisa aquellas conocidas preguntas acerca del clima. Incluso una vez un hombre se bajó en la misma parada que ella. Créame, eso dio mucho  a que hablar.

Pollera larga, sentadita en el sillón -hablando, por su puesto- y de vez en vez, pollera para arriba y a acomodarse las medias sin pudor alguno. Ella es ella. Siempre. 

Amiga de "Rusito" como pocos. Sí... ella se quedó una semana con él y lo bañó. Y con la certeza intocable, sostiene que "hay pocos tan fieles como los perros". Cuánta verdad Chicha, cuánta verdad. 

Es, a fin de cuentas, de esas personas cuya personalidad e intensa vida merece un reconocimiento. Este es el mío Chicha. Humilde, sencillo y algo pobre tal vez. Pero un reconocimiento al fin. 

Ojalá la vida nos vuelva a cruzar y así pueda volver a oír esa versión tuya de "Los caminos de la vida", algo diferente pero tanto, tanto, tanto, tanto más interesante.

martes, 8 de marzo de 2011

Poema


Tomo aire, cierro los ojos y sonrío. Y en el silencio, me atrevo a hablar de él, sin más ni menos. Habitan en mí esas fuertes ganas de homenajearlo. No con palabras elegantes e importantes, sino humildes, sinceras, pero no por ello menos ricas y verdaderas.


Hay ante mi ser un papel en blanco, una birome negra y una persona cuya vida quisiera dar a conocer a la humanidad entera.


Conocerlo es la más grata bendición. 
Escucharlo, una muy bella satisfacción. 
Pues sus palabras llenas de experiencia y sentido son, 
Aunque de bromas y chistes 
Trate muchas veces su canción. 


Yo creo que no hay nada en este mundo como la alegría que habita en él. 
Es la misma la que hoy me incentiva a vivir y disfrutar como él. 
Pregúntenle a cualquiera sino, si al verlo a él no ve esa majestuosa sonrisa 
Que como anillo al dedo se le ha apegado a su ser.


Inocente como el mar, 
Sabio como la arena,
El busca la felicidad
En las cosas más plenas. 
En la simplicidad, en la naturaleza,
En pequeños momentos y en las personas buenas. 


Contemplación, admiración que no defrauda, que no deja qué desear. 
No quiero yo en este texto dejar de mencionar 
Su lado como papá que tanto he de valorar. 


Y es que en su andar, ciertamente ha dejado huella, ha dejado marca. 
Y en ese lindo caminar, quisiera a su lado siempre estar. 
Compartir cosas como libros y canciones  a lo largo de ese hermoso musical, 
Si es que así se lo puede llamar, poéticamente, 
A la vida de este papá que no ha hecho más que cantar.




Es su vida, arte para soñar. 
Es su camino, un sendero para andar.
Es su historia, un libro para narrar. 
Es su canción, melodía para cantar.
Es él, mi papá, una persona hecha para amar. 

jueves, 28 de octubre de 2010

Un cumpleaños en el Cielo

Y es que son ya ochenta años hace que naciste. Ochenta años desde que el mundo tocó tu magia, admiró tu bondad y contempló tu belleza. Hoy hacen ochenta años que la Tierra te vio crecer, el mar te sintió sonreír y el sol se dejó iluminar por vos. Y aunque a veces no lo sintamos así, vos no sólo festejás hoy tu cumpleaños. En el cielo infinito, ese espacio en el que no habitan las horas, los minutos y por lo tanto tampoco los días, ese lugar amoroso y tan deseado; allí es donde vos te encontrás, y no festejás hoy tu cunpleaños, mas celebrás pura y constantemente por toda la eternidad. Ya que de eso se trata el bendito cielo y su infinita alegría. Fiesta, y más fiesta aún.
Pero para todos nosotros, no es este día un día como cualquier otro. Vos pasaste por esta vida y dejaste huella, y con ella, momentos bellos y una familia con afán de crecer y con mucha sed de amor. 
Habitá siempre en nuestro más profundo ser y seguí en contacto con nosotros para siempre, Afu.