domingo, 20 de julio de 2014

La sensibilidad al palo

No es la argentinidad de la que habla Bersuit, esta vez es la sensibilidad. Esa que se siente a flor de piel, se convierte en gritos, se personifica en ellas y hace que la indecisión sea la reina en esa noche de preguntas y lágrimas. Esos ojos rojos que derrochan angustia, y las hormonas son tantas que hasta se pueden tocar, tienen color, forma, tamaño. La comida es una excusa (para algunas también el fin) para reunirse una vez más, y pasan las horas y las preguntas siguen sin responderse, y las que dijeron que sí ahora dicen que no y las que dijeron que no ahora dicen que sí y es que son muchas y nadie sabe lo que quiere. O saben lo que no quieren. O no, ni siquiera, no saben lo que no quieren. Ni lo que quieren. Aunque a veces sí… o no.

Solo saben que se quieren.

Algunos festejan el día del amigo con comidas especiales y champagne, pero acá el día del amigo se festeja todos los días del año. O por lo menos digamos que no lo festejan porque esta noche no refleja lo que son. O sí, mujeres con pasiones, mujeres más mujeres que ninguna. Lo que antes era un sí ahora es un no pero se va a convertir en un no sé. Lo que ahora es un tal vez mañana es una afirmación y en menos de dos minutos es un “¡¡¡NO!!! ¿ME ESTAS JODIENDO? OBVIO QUE NO”. El círculo del vicio infinito.

Todos los días son días de catarsis, que el amor existe en sí mismo pero no existe en la vida real, porque claro, es demasiado tarde para desenamorarse de la imaginación. Ya cayeron en ella, y entonces deben convencerse de que ciertas cosas son como son y plantearse enigmas que llevan a la nada, hablar de cosas que no tienen sentido, pero hablar y compartir y vivir. Ese es el sentido. Reírse y llorar y hacer quilombo sin joder a nadie. O a casi nadie.

Porque a la larga… todo llega. Ah, cierto, menos eso que vos buscás.

Y es que siempre está esa persona que te defrauda, que se va con el aire, que vuela en la espuma de las nubes y se convierte en pájaro con el viento, y hay algo adentro tuyo que quiere despertarlo con un balde de agua helada, mojarte y empaparte para que te despiertes, encuentres la luz y la verdad donde verdaderamente está, que te quieras y te quieras y te encuentres y entiendas que en la vida hay algo más que eso que pensás que hay.

Mirá esas grandes cosas que te hacen reír, no las pequeñas que te hacen llorar. Con la excepción de esa vez que me miraste y entendimos que solo podíamos llorar. Ahí, entonces, te dejaste sentir. Ayer no fue una ilusión, ayer fue real.

Cada uno es feliz a su manera pero nadie puede serlo en medio de la incertidumbre. Por eso, aunque dudes en las cuestiones de todos los días, aunque algunas cosas a veces sean un sí, después un no y otras un tal vez (como lo que hablábamos más arriba de mis amigas y yo...) que aquellas que realmente importan sean un SI. O un NO. No todo, pero muchas cosas dependen de vos. No cambies de decisión con el viento, agarrate de vos mismo y edificá tu vida sobre tierra firme y bases sólidas. Que esas, amor, son las que van a estar con vos para el resto de tus días.

Si estás incómodo con vos mismo, no vas a estar cómodo con nadie.

Feliz día del amigo a mis amigos. Ah, y amigas.


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