domingo, 9 de diciembre de 2012

Hoy respira con alivio y vuelve a ver los árboles como son, verdes


Una despedida que nada deja atrás pero todo deja por delante. Un dejo y digamos dejo que la palabra expresa, un dejo de nostalgia, melodrama, llanto exagerado, lágrimas, caprichos de un chiquito de cinco que mierda que no quiero que se vayan, joda y fiesta por un rato, mierda y un disfraz de sonrisas para después. Una casa destruida que acoge con impresión pero sin pena a una convocatoria de gente que quiere sol para que todo salga acorde al plan. Una tormenta que queda atrás, el misterio de las nubes que desaparecen con la mañana, un tornado seguido de un sueño. ¡Se me inundó la casa chabón! Un equipo de rescate que está aunque llueva sapos.


Pileta y agua en una tarde de no tanto calor pero el calor no falta y el agua tampoco. Dylan o Beatles, déjense de joder. Faltó rock pero sobró locura, ahoguemos las penas en un río que recibe al barco más bonito de todos, con la gente más bonita con los cuerpos (eso) más bonitos y los bailes más… y, digamos bonitos por no decir… digamos bonitos. Se escapan con las estrellas que despiden al cielo naranja, mientras en algún lugar remoto un avión las despega de la tierra, de las que se quedan acostadas en un río que esconde peces y especies.


En vano hacer alusión al título, menos recordar la sorpresa vaya sorpresa que apareció en medio del té que tenía jugo con “pulpa”. Hermana te extrañaré, queridas las extrañaremos. ¡Pero no! ¡Te estás olvidando de algo importantísimo! Pues si creían que una tragedia y sentimientos fuertes iban a opacar el protagonismo de una nueva década para ellas, cuán lejos están  de la verdad. Princesa uno, princesa dos, reciban los veinte como corresponde: música gente y fiesta.


Hoy no olvida un polo familiar, más Italia para nosotros que somos tanos, más recuerdos para dos familias hechas una, se teletransportan a una chacra añeja y desbordada de juventud. Ella formó parte de esto y dejó un beso marcado en las paredes de ladrillos, una sonrisa guardada en un mazo de cartas, un asiento en el lomo de una vaca.


Disfruten de la nieve y busquen experiencias nuevas, no salgan del templo interno y bailen con gente rara. Que hable inglés, y por qué no, italiano y francés.  

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